(Spanish poet)
En los Altos de Jalisco
crece frondoso el agave;
por ser azul es muy dulce
con un aroma muy suave.
La Huesos que bebe mucho
compra el tequila a granel;
y cuando no la ve nadie
lo saca de su tonel.
Y chupito tras chupito
sin sales ni granadina;
dale que dale del frasco
se embriaga la muy catrina.
En la Fiesta de los Muertos
no ve ni gorda, La Flaca;
mareadita de sueños
ya se siente hipocondríaca.
Tiene adicción a los cócteles
se inflama de margaritas;
pero luego luego alterna
“caballitos” con “sangritas”.
Le gusta el “blanco de plata”
casi recién destilado;
porque dice que el sabor
es mejor que el “reposado”.
Un “sin techo” que la vio
tambalearse en la calle;
la recolocó los huesos…
“no sea que se desmaye”.
Con su corpiño de flores
y su falda de palmera;
con la botella en la mano
revistió su borrachera.
Estuvo sin comer tacos
toda la noche de muertos;
deambuló la ciudad
a pasito patituerto…
Y la encontraron llorando
sin razón y sin criterio;
porque se había olvidado
donde estaba el cementerio.