(Poetisa española, 1995)
Mujer de mirada triste:
¿díme qué ves en las velas,
son espectros de la noche
o son flores de la tierra?
¿Qué guardas en tu regazo,
llena de luz, transparente,
si hasta el aire del espacio
tu piel morena parece?
Doble llama en el sentido,
doble dolor, doble ausencia,
las flores se han vuelto ríos
y los perfumes se quejan.
Contemplación de la noche,
velación de la quimera,
manojo de luces, ecos,
trasnochándose la espera…
Mujer de mirada dulce,
las llamas sacan sus lenguas;
se están burlando del tiempo
o están latiendo las treguas.
En tu rostro iluminado
la vida rejuvenece,
la noche de oro en la mirada
para los que aman la muerte.
Para los que aman la vida
es noche de desconcierto
la cera besa las flores
y la llama el sentimiento.